La alopecia afecta al 25% de los hombres al llegar a los treinta años y al 40% de las mujeres cuando entran en la menopausia. Para combatirla, hemos logrado avances innegables en los últimos años. En la cirugía capilar, hemos dejado prácticamente atrás la técnica FUT/FUSS para pasar a los microinjertos de las unidades foliculares del propio paciente con el FUE.

En los tratamientos contra la alopecia no iba a ser diferente. Hay clásicos que siempre estarán ahí, como el Minoxidil entre los medicamentos tópicos más habitualmente recetados, o el Finasterida entre los orales. Sin embargo, el futuro apunta al plasma rico en plaquetas, más conocido como PRP, como el tratamiento que marcará la diferencia en los próximos años.
La técnica consiste en extraer sangre del paciente para centrifugarla y lograr un complejo proteico que posteriormente será aplicado en las zonas afectadas por la alopecia mediante microinyecciones. Los factores de crecimiento del PRP activan la raíz capilar, mejorando la calidad del cabello y deteniendo su caída.
Además, al tratarse de un producto autólogo elaborado con la propia sangre del paciente, descartamos cualquier riesgo de alergias o transmisión de enfermedades. Este método es tan poco agresivo que permite hacer vida normal nada más terminar la sesión, no requiere ningún tipo de anestesia y dura apenas una hora, teniendo en cuenta extracción, centrifugación de sangre y microinyecciones.

El tratamiento PRP se puede aplicar a cualquier edad para frenar la caída del cabello, no tiene efectos secundarios más allá de un posible ligero enrojecimiento en la zona tratada y la única precaución después del tratamiento es no masajear el área donde se han realizado las infiltraciones.
Por otra parte, la periodicidad y cantidad de sesiones depende del grado de alopecia del paciente y de las características de su cuero cabelludo. Sin embargo, habitualmente se recomienda una sesión al mes durante tres meses seguidos y repetir alguna sesión de mantenimiento, concretamente 1 o 2 sesiones anuales durante los siguientes años.
Una vez estimulada correctamente la zona afectada con las tres primeras sesiones, los resultados se mantienen durante 12 meses. Además, el PRP se puede combinar con otros tratamientos, logrando una sinergia que potencia sus efectos y mejora sus resultados.

En Clínica Ercilla somos pioneros en el tratamiento de PRP, puedes acercarte a nuestras instalaciones para un diagnóstico gratuito. ¡Queremos ayudarte!